Algunas curiosidades sobre el cerebro
Tamaño
El tamaño del cerebro varía mucho
y lo hace dependiendo en gran medida de la edad, el sexo y la masa corporal en
general. Sin embargo, los estudios han sugerido que el cerebro del varón adulto
pesa, en promedio, alrededor de 1.336 gramos, mientras que el cerebro de la
mujer adulta pesa alrededor de 1.198 gramos.
En términos de dimensiones, el
cerebro humano no es el más grande. De todos los mamíferos, el cachalote es
conocido por tener el cerebro más grande. Teniendo en cuenta que este mamífero
marino pesa entre 35 y 45 toneladas, la comparación parece algo
desproporcionado.
No obstante, de todos los
animales en la Tierra, los cerebros humanos son los que tienen el mayor número
de neuronas: células especializadas que almacenan y transmiten información
mediante señales eléctricas y químicas.
Función
El cerebro humano, junto con la
médula espinal, constituye el sistema nervioso central. En el cerebro podemos
diferenciar tres partes principales:
·
El tronco encefálico, que conecta el resto del
cerebro con la médula espinal.
·
El cerebelo, que se encuentra en la parte
posterior del cerebro y que está profundamente involucrado en la regulación del
movimiento, el aprendizaje motor y el mantenimiento del equilibrio.
·
El cerebro, que es la parte más grande y llena
la mayor parte del cráneo. Alberga la corteza cerebral (que tiene un hemisferio
izquierdo y un hemisferio derecho separados por una ranura larga) y otras
estructuras más pequeñas, responsables del pensamiento consciente, la toma de
decisiones, la memoria y los procesos de aprendizaje, la comunicación y la
percepción de estímulos externos e internos.
Consumo de energía
A pesar de que el cerebro humano
no es un órgano muy grande, demanda mucha energía. Resulta curioso que, aunque
el cerebro humano solo representa el 2 por ciento de nuestro peso, requiero el
25 por ciento de toda la energía que el cuerpo necesita para funcionar.
Pero, ¿por qué el cerebro humano
requiere tanto combustible para funcionar? Algunos científicos han planteado la
hipótesis de que, mientras que la mayor parte de esta energía se gasta en
mantener el pensamiento y los procesos corporales, parte de ella probablemente
se invierta en el mantenimiento de la salud de las células cerebrales.
Pero, según otros investigadores,
el cerebro, aparentemente de forma inexplicable, consume mucha energía durante
lo que se conoce como el “estado de reposo”, cuando no está involucrado en
ninguna actividad específica y específica.
Explica James Kozloski que las
redes con correlación de inactividad aparecen incluso bajo anestesia, y estas
áreas tienen tasas metabólicas muy altas, aumentando el presupuesto energético
del cerebro aunque en apariencia este no haga nada.
Sin embargo, la hipótesis de
Kozloski es que no se gasta una gran cantidad de energía sin ninguna razón,
sino que se destina a armar un “mapa” en el que se acumula la información y las
experiencias. Mapa al que recurrimos, por ejemplo, cuando tomamos decisiones.
Parte de cerebro “usada”
Desde hace un tiempo circula un mito que dice que los humanos solo usamos el 10 por ciento de nuestra capacidad cerebral. Este mismo mito sugiere que, si fuéramos capaces de utilizar el 90% restante, podríamos “desbloquear” habilidades increíbles.
En realidad, usamos la mayoría de nuestro cerebro casi todo el tiempo. Los escáneres cerebrales han demostrado que usamos casi todo nuestro cerebro todo el tiempo, incluso cuando estamos dormidos, aunque los patrones de actividad y la intensidad de esa actividad puedan diferir dependiendo de lo que hagamos o de la fase del sueño en la que nos encontremos.
El neurólogo Krish Sathian explica que, incluso cuando estás ocupado en una tarea y algunas neuronas se dedican a esa tarea, el resto del cerebro está ocupado haciendo otras cosas. De esta manera, la solución a un problema puede surgir después de dejar de pensar en ello o después de una noche de sueño, y eso se debe a que su cerebro no deja de trabajar en esa cuestión aunque tú no estés centrado en ella.
Hemisferio predominante
Se habla mucho sobre la
predominancia de un hemisferio sobre el otro y sus implicaciones en la
personalidad. De hecho, esta es una de las curiosidades sobre el cerebro más
conocidas. Se supone que las personas de cerebro izquierdo son más inclinadas
matemáticamente y analíticas, mientras que las personas de cerebro derecho son
más creativas.
Pero esto no es así. Si bien es
cierto que cada uno de nuestros hemisferios tiene funciones ligeramente
diferentes, las personas en realidad no tienen un lado del cerebro “dominante”
que rige su personalidad y habilidades.
En cambio, la investigación ha
revelado que las personas usan los dos hemisferios cerebrales prácticamente en la
misma medida. Sin embargo, lo que es cierto es que el hemisferio izquierdo del
cerebro está más preocupado por el uso del lenguaje, mientras que el hemisferio
derecho se aplica más a las complejidades de la comunicación no verbal.
Cambios con la edad
A medida que envejecemos, las
partes de nuestro cerebro comienzan a reducirse de forma natural, perdiendo
neuronas. El lóbulo frontal y el hipocampo, dos regiones cerebrales clave en la
regulación de los procesos cognitivos, que incluyen la memoria y la recuperación,
comienzan a reducirse cuando alcanzamos los 60 o 70 años.
Sin embargo, nuevas
investigaciones sugieren que los cerebros adultos también pueden generar nuevas
células. Esto aumentaría las posibilidades de nuestra plasticidad cerebral,
además de nuestra capacidad de adaptación.
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